
La batalla del verano: Smash vs. Clásicas
Puede que la velada sea en un ring, pero el combate está en el plato
Este año no solo hay puños en la Cartuja. En La Pepita, el combate se cocina a fuego lento pero con mucho sabor entre dos pesos pesados de la hamburguesa:
En la esquina izquierda…
Las Clásicas. Altas, jugosas, bien montadas, con sus toppings equilibrados y su flow de toda la vida. Leales, sabrosas y sin miedo a nadie.
En la esquina derecha…
Las Smash. Finas, crujientes, con el queso derritiéndose como tus ganas de repetir. Vienen calientes, rápidas, y sobre todo pegando fuerte.
ROUND 1: Presencia en plato
- Clásicas: imponentes, como una entrada triunfal. Mira la Reily con sus pepinillos y bacon o la Smoky con sus aros de cebolla en plan uppercut.
- Smash: bajitas pero matonas. Entran con humildad y acaban haciendo KO. ¿Viste la Smash Chili? Doble carne, cheddar, cebolla caramelizada y un derechazo de sabor.
ROUND 2: Sabor a lo bestia
- Las Clásicas juegan con los contrastes: frescor, texturas, salsas caseras. Son como un buen combate de 12 asaltos.
- Las Smash no vienen a hablar: sabor directo, caramelización brutal, ese crunchy que suena al morder como una campana de inicio de round.
ROUND 3: ¿Con cuál sales campeón?
La calle dice que la smash está en racha. Que viene fuerte, que quiere el título.
Pero las clásicas no se van a retirar tan fácil. Hay historia, hay sabor, hay respeto.
¿Team Clásica o Team Smash?
Tú decides el veredicto. Pide tu burger, siéntate cómodo y disfruta de la verdadera velada del año.